El origen de las cortinas
La cortina, y más en general el cortinaje, tiene origenes remotos es un arquetipo de la casa, un paradigma de la construcción.
Inicialmente acompaña la evolución histórica de la Iglesia, es la presencia de Dios en medio de los hombres: la Shekinah, la Biblia la nombra como nube luminosa que acoge al pueblo nuevo, para dar espacio al hombre que retorna a Dios. Se presenta así, al menos en una forma embrionaria, como un signo de protección.
En la época medieval, surge el dosel ceremonial que protege el paso de los nobles, como un gran cubrecabezas para adorar y a cuyo paso inclinarse.
Hoy la cortina muestra sobriedad y elegancia sin quitar nada a la decoración circundante. la regla a seguir siempre es la de no ahorrar en la calidad de los tejidos.
miércoles, 22 de agosto de 2007
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